La Conquista de la Felicidad

Escrito por: Carlos Arturo Moreno De la Rosa

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La felicidad del hombre tiene por nombre «yo quiero»
Federico Nietzsche

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Dicen que la felicidad está a la vuelta de la esquina ¿en qué consiste la felicidad?

Muchos prominentes psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas, filósofos, teólogos y músicos de rock and roll tienen su propia versión sobre la conquista de la felicidad.

Recuerdo haber escuchado que la felicidad se encontraba comiendo un puñado de almendras o de nueces, otros afirmaban que comiendo chocolate. Sigmund Freud nos dijo que evitáramos hasta cierto punto la represión y viviéramos a plenitud nuestra sexualidad, consejo que en la posmodernidad se ha llevado al extremo al tal punto de que varios psicólogos afirman lo contrario, un poco de represión no nos caería mal. Erich Fromm afirmaría que ahora lo que está reprimido no es la sexualidad, sino el amor, el compromiso con el otro, el construir. Bertrand Russell afirmaba que la felicidad se tiene que conquistar, que no solamente se busca y que no solamente se da; se tiene que conquistar.

¿Por qué la gente vive con problemas? Epicteto afirmaba que  los hechos o la realidad no tiene nada que ver con el malestar del hombre, que es más bien la percepción de la realidad lo que le fastidia la existencia al ser humano. La felicidad como cuestión de percepción, cuestión de actitud, cuestión de hábitos.

Para poder vivir de acuerdo a las normas que rigen la convivencia de la sociedad es necesario hacer solamente una cosa, pero esa sola cosa debe tener tres características. El ser humano, de acuerdo a la época en la que estamos viviendo (la posmodernidad) debe encontrar una actividad que le apasione, pero esa actividad que le apasiona debe ser socialmente aceptada y además debe percibir alguna utilidad.

El ser humano debe tener muy en claro qué es lo que le apasiona en esta vida, como por ejemplo ser bombero, artista, profesor, médico, vendedor de algo o músico de rock and roll, encontrar eso que te apasiona, pero eso que te apasiona debe estar socialmente bien aceptado y que le paguen por ello ya que por ejemplo algún lector despistado podría aseverar que lo que le apasiona sería por ejemplo ver la televisión, estaría cumpliendo solamente con el primer requisito que sería encontrar algo que le apasiona, pero faltarían los otros dos requisitos, que es lo socialmente aceptado y el pago por la actividad; ver la televisión gran parte del día no está socialmente bien visto y no creo que alguien pague para que te dediques a ver la televisión, claro, hay sus excepciones como por ejemplo el trabajo que tiene Álvaro Cueva. O también otro despistado lector diría “a mi me apasiona estar todo el día en Twitter”, estaría cumpliendo con el primer axioma, encontrar una pasión, pero estar tuitenado todo el día no es bien visto y a muy pocos les pagan por eso. Otro diría “a mi me gustaría tener sexo todo el día”; estaría cumpliendo con la primera regla, haría lo que le apasiona, estaría cumpliendo con la tercer característica que es el pago por ello pero no estaría cumpliendo con el segundo punto que es hacer una “actividad socialmente aceptada”.

Es por eso que aquí usted va a encontrar el secreto de la felicidad: la felicidad consiste en tomar suficiente agua durante el día (dependiendo del peso y estatura de la persona), hacer ejercicio y no cenar.  Creo que eso ya lo había dicho Spiderman, palabras más, palabras menos.

En eso radica la felicidad, en lo básico, haciendo estas tres cosas (tomar agua, ejercicio y no cenar) sería el principio de la conquista de la felicidad, claro, después llevar a cabo las tres reglas básicas de la elección de vida (hacer lo que me plazca, que sea socialmente aceptado y que perciba dinero por ello) y por último hacerle caso a Epicteto: “Lo que te fastidia en la vida no son los hechos, si no la percepción de ellos”. Por lo tanto, como dijeran muchos colegas psicólogos: “La felicidad se resume a esto: Todo es cuestión de actitud”.

Twitter: CarlosLector

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